sábado, 20 de noviembre de 2010

PIEDAD GIL LÁZARO...

PREMIO MUJERES DE JOTA 2011 POR ARAGÓN


En esta 4ª edición de nuestros premios mujeres de jota, que se entregarán en el mes de marzo de 2011, será Piedad Gil Lázaro nuestra jotera homenajeada por Aragón.

Nos llena de orgullo que haya aceptado el reconocimiento y que su nombre figure ya entre las premiadas por Aragón: Mª Auxiliadora Gimeno (1ª edición), Mª Pilar de las Heras (2ª edición), Petra Gracia (3ª edición); y las premiadas por nuestro centro aragonés: Josefa Vidal (1ª edición) y Teresa Abadía (3ª edición).

Así pues, en Marzo de 2011 celebraremos un festival en homenaje a las premiadas y les haremos entrega de este premio que trata de distinguir a aquellas mujeres del mundo de la jota que se han destacado por su calidad interpretativa, por su labor docente o por su excelencia humana.

Piedad Gil, siempre ha sido la eterna compañera de Jesús Gracia, más allá incluso de la muerte del maestro de joteros. Pero Piedad Gil ha sido más,... ha sido una excelente intérprete de nuestra jota, ha sido una gran compañera para quienes con ella compartieron escenarios, ha sido una excelente persona a la que todo el mundo de la jota le profesa un gran cariño. Por todo ello, y por más, será nuestra premiada en el año 2011.





PIEDAD GIL LÁZARO: toda una vida en la jota.

Parece casi imposible trazar una semblanza biográfica de Piedad Gil sin recurrir a la figura de Jesús Gracia, aquel grandioso jotero que fue su compañero en la escena pero, sobretodo, su compañero en la vida. Y es que la historia de Piedad es la historia de Jesús, del mismo modo que la historia de Jesús ha sido la de Piedad,… ese es el resultado de sesenta y dos años de convivencia, porque Jesús y Piedad siempre han estado juntos, porque allá donde iba Jesús le acompañaba Piedad, porque su amor les hizo inseparables más allá de la muerte del jotero y maestro de joteros en Febrero del 2005.

Sin embargo, la historia de Piedad es algo más,… porque Piedad ya triunfó en la jota antes de iniciar su noviazgo y posterior matrimonio con Jesús, porque como bien apuntó la hija de ambos en una entrevista para la radio, cuando se conocieron era Piedad la jotera afamada mientras que Jesús era un inquieto joven que iniciaba sus andanzas joteras. Aunque más tarde, como es por todos sabido, sería Jesús quien iniciaría una brillante carrera en la Jota, obteniendo numerosos premios y reconocimientos, mientras que Piedad decidió asumir un segundo plano en lo artístico en favor de su marido. No obstante, el objetivo de esta semblanza no es recordar a Jesús Gracia, de quien se ha escrito y hablado mucho, sino de Piedad Gil: su esposa, su compañera,… pero, sobretodo y ante todo, una excelente jotera con una excelente trayectoria que hoy traemos al recuerdo.

Piedad Gil Lázaro nace en Paracuellos de Jiloca (Zaragoza) el 14 de abril de 1923. Su lugar de nacimiento habría de marcar su destino jotero, pues las riberas del Jalón y el Bajo Jiloca han sido cuna de decenas de excelentes joteros. Y dice una copla a este respecto…
“Paracuellos de Jiloca
tiene la gracia del agua,
que templa los corazones
y aclarece las gargantas”.

Entre los joteros más afamados de la zona destacan Tomás Marco, nacido en Alhama de Aragón, y la gran Ofelia de Aragón, en Cimballa. También, la muy cercana ciudad de Calatayud vio nacer, entre muchos otros, a excelentes joteros de la talla de Hilario Gallego “el Bolero”, Dámaso Salcedo, Manuel Navarro Rubio, Romualdo Arana o Nacho del Río y Yolanda Larpa, entre los contemporáneos. Pero también fue la antigua Bilbilis romana, cuna de excelentes y destacados autores de coplas como Sixto Celorrio, Francisco Lafuente, Narciso Pujalá, Pedro Montón o José Verón, más recientemente.

Cuando cumple tres años de edad, Piedad junto a su familia, marchan de Paracuellos de Jiloca y se trasladan a Zaragoza en busca de un futuro mejor. Conforme Piedad va creciendo se va apreciando su marcada afición a la jota y su gran admiración hacia las intérpretes de nuestro canto regional. De manera que en 1942, con 21 años de edad, y con motivo de sus intervenciones en fiestas y reuniones de carácter familiar, surgió la idea de que pudiera ser cultivada con éxito la que ya se vislumbraba como una hermosísima voz. Y así fue como Piedad se puso en manos de una de las más destacadas cantadoras del momento, la gran jotera Conchita Pueyo, quien pronto la consideró como a su discípula predilecta. De ella destacó su maestra, su extraordinaria capacidad de captación exacta de las más variadas tonadas y una gran valentía en la expresión de las mismas.
En diciembre de 1942, y con no más de seis meses de aprendizaje, su profesora le anima a participar en el concurso de jota que la agrupación Artística Aragonesa celebraba anualmente en memoria de la portentosa jotera Pilar Gascón. El fallo del jurado, por unanimidad, concedió a Piedad Gil el Primer Premio.
No es de extrañar, pues, que tan tempranamente despertara el interés del maestro Calabia, quien en una actuación de su acreditada rondalla en las emisoras locales, la presentó como cantadora de extraordinario porvenir.

Desde entonces y a raíz de ese importante Premio, Piedad se incorpora al famoso cuadro “Alma de Aragón” dirigido por el maestro Mariano Cebollero, como una de sus más destacadas figuras. Y fue allí precisamente, en la primera salida profesional con este grupo, en el que Jesús Gracia destacaba ya con excepcional personalidad, donde Piedad conoció a este cantador que más tarde habría de ser su marido y el padre de sus dos hijos: Jesús y Piedad. Como a ellos les gustaba recordar, su primer encuentro se produjo en la estación zaragozana del Portillo esperando un tren para Binaceite, donde tenían que celebrar un festival folklórico con el citado grupo. De esta manera se encontraron sus carreras artísticas y sus vidas para, desde entonces, unidos en la jota y en la felicidad del hogar, formar una pareja que se hizo popularísima.
En 1945 Jesús consigue el 1º Premio del Certamen Oficial de Jota, en 1947 y 1948 Piedad obtiene dos segundos Premios en el citado Certamen, en 1949 Jesús conseguiría el Premio Extraordinario y ese mismo año contraerían matrimonio. En 1950 Jesús se alza con el Premio Extraordinario Pascuala Perié y con los ánimos de su esposa, en 1959, se presenta al Campeonato de Campeones alzándose con el máximo galardón que se ha puesto en juego en la historia de la jota cantada.

Todos estos éxitos les valieron a la pareja una gran popularidad y ser requeridos, a lo largo de los años, para integrarse en los más destacados grupos del momento: “Alma aragonesa”, “Raza aragonesa” de Isabel Zapata, “La Jota Aragonesa” bajo la dirección de Ángel Esteso, “Educación y descanso” dirigido por el Maestro Santamaría, “Agrupación Folklórica Mª Pilar de las Heras”,… hasta que Jesús funda su propio grupo “Ronda Aragonesa”, donde finalizarían su carrera artística no sin antes recorrer, juntos y en triunfo, España y numerosos países europeos y americanos.

Tras su retirada de los escenarios, Piedad, se dedicó a acompañar a su esposo a cualquier acto relacionado con la jota para el que fuera requerido. Siempre se les veía acompañados, allá donde iba Jesús le acompañaba Piedad. Vivió en su compañía los mejores y más duros momentos de Jesús como maestro, viendo desfilar por su hogar varias generaciones de joteros que recurrían a su sabiduría como maestro.

No es de extrañar pues, que el 17 de Febrero de 2005, Piedad sufriera el más duro golpe de su vida, enfrentándose a la perdida de su esposo y su compañero tras 56 años de matrimonio y 62 años como pareja.

Como legado de su existencia jotera dejó distintas grabaciones en solitario, junto a su esposo Jesús Gracia y junto al grupo “Ronda Aragonesa” para las casas: Columbia, Vergara, Fonogram y Fontana-Philips,… interpretando jotas solistas, dúos con su esposo que son un modelo de ajuste y buen gusto, jotas de picadillo y diversos temas del folklore aragonés.
En Enero de 2010, se presentaba en Zaragoza una antología de las grabaciones de Piedad Gil. Un trabajo en el que, por iniciativa de la familia, se recoge parte de la obra de Piedad en formato digital y que constituye un hermoso testimonio de su brillante carrera jotera.

De ella dijo Don Demetrio Galán Bergua: “Piedad Gil, además de la autenticidad de su arte, demuestra en todo momento su recia calidad de baturra, su feminidad, sus virtudes y cuentas galas y gracias adornan a la mujer aragonesa…. sus principales características de cantadora… su valentía, su cálida voz y, sobretodo,… la sobriedad, la justeza y el respeto a la pureza de los estilos”.
Poco queda que añadir,… justo es que Piedad sea reconocida como una excelente intérprete de nuestra jota cantada, justo es que lo sea por ella misma, por méritos propios,… más allá de los lazos sentimentales y artísticos que le unieron a uno de los más destacados intérpretes masculinos de nuestra jota cantada. Justo es que Piedad Gil sea reconocida como una mujer que ha vivido la jota de forma tan intensa, justo es también reclamar el reconocimiento de esta “Mujer de Jota”.

César Rubio Belmonte.

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