PREMIO MUJER DE JOTA 2017 POR ARAGÓN
Un 20 de
Febrero de 1934 el domicilio del matrimonio formado por Mariano Jaime y por
Irene Ara, ubicado en la Calle Forns del zaragozana barrio de “Las Delicias”,
se colmó de felicidad. Tras el nacimiento de cuatro hijos varones acababa de
llegar al mundo una hermosa niña a la que sus padres bautizaron con el nombre
de Rogelia. En aquel momento ni Mariano ni Irene, ambos nacidos en Zaragoza,
llegaron a pensar que su hija Rogelia Jaime Ara estaba llamada a ser una de las
bailadoras más destacadas y queridas de nuestra Jota Aragonesa.
Los
primeros recuerdos joteros de Rogelia se remontan a su infancia cuando su padre
Mariano, que atesoraba una hermosa voz y buenas maneras para el canto, cantaba
la jota en cualquier reunión o fiesta familiar. Y fue su padre, precisamente,
quien ilusionado por que su hija cultivase su misma afición le animó para que
se iniciase en el canto de la Jota. Mariano que había sido un autodidacta en la
Jota Cantada y que llegó a acompañar a Juan Antonio Gracia de Nuez, pensó que una formación reglada en la Jota supondría
una ventaja para un mejor desarrollo artístico de su hija. Sin embargo, Rogelia
sintió desde bien temprano una mayor atracción por el baile y con tan solo diez
años se matriculó en la Escuela Oficial de Jota ubicada, en aquellos años, en
la Calle Blancas nº7.
En la Escuela Oficial de Jota se
encontró con quien sería su única maestra, Dª Isabel Zapata, quien pronto
advirtió en Rogelia unas excelentes aptitudes para el baile y una gran dosis de
pasión por la Jota. De modo que sus aptitudes y su alta motivación fueron las
dos claves que le permitieron desarrollar un excelente aprendizaje dominando
todos los estilos de la Jota Bailada. Todo ello junto a las magistrales
lecciones de su principal referente jotero, Dª Isabel Zapata, a quien Rogelia
admiró en lo artístico y adoró en lo personal.
El debut artístico de Rogelia fue
temprano puesto que muy pronto se integró en el Grupo de la Escuela Oficial de
Jota. Pero sus mayores éxitos ocurrirían a principios de los años 50. En 1952 y
formando pareja con Mariano Valién, Rogelia consiguió el 1º Premio en el
Certamen Oficial de Jota del Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza y sólo un año
después en 1953, con la misma pareja, conquistó el Premio Extraordinario de
Baile. Tras su rodaje en el grupo de la Escuela de Jota y con el aval de
los premios conseguidos se integró al elenco de bailadores del grupo “Raza
Aragonesa”, fundado y dirigido por su maestra Isabel Zapata y su hijo Andrés Céster
Zapata. En “Raza Aragonesa” y formando pareja con Andrés Cester, Rogelia cosechó
sus más importantes éxitos como bailadora llevando la jota a los teatros más
emblemáticos de toda la geografía española y actuando frente a importantes
personalidades del momento. Incluso, a mediados de los 50, actuó
ininterrumpidamente durante los meses de Julio y Agosto con “Raza Aragonesa” en
el parisino Teatro L´Etoil para proseguir con una gira por importantes
capitales francesas como Toulosse, Tarbes, Perpignan, Burdeos, Po,
Montpellier,….
Y si la Jota le dio tanto a
Rogelia, la Jota también le traería al
amor de su vida, el también bailador Esteban Pérez, hoy tristemente
desparecido. En 1960 Rogelia y Esteban contrajeron matrimonio de cuya unión
nacieron sus dos hijos: Juan Carlos y Francisco Javier. Con el matrimonio y la
llegada de los hijos, Rogelia se vio obligada a dejar los escenarios para
dedicarse al cuidado de su familia y al negocio familiar de hostelería “Casa
Juanico”, un lugar destacado por los zaragozanos y forasteros por sus muy ricas
tapas.
Pero la Jota está tan arraigada a su
ser que Rogelia nunca ha podido permanecer alejada de ella. Por eso, además de
bailadora, ha sido maestra, jurado en certámenes y hasta Vicepresidenta de La
Peña El Cachirulo de Zaragoza. Todas estas actividades completan un riquísimo
currículum y de experiencias y vivencias en torno a la Jota.
En el ámbito docente Rogelia impartió
lecciones de jota bailada junto a su maestra Dª Isabel Zapata en diversos
colegios zaragozanos: “Sagrado Corazón”, “Jesús y María”, “Colegio de la
enseñanza”, “Teresianas”, “Carmelitas” y “Franciscanas”. Pero también impartió
clases en solitario en diversas localidades zaragozanas: Nuez de Ebro,
Fuendejalón y Ainzón. Algunos de sus alumnos destacaron consiguiendo
importantes premios y de todos guarda un muy grato recuerdo y, pese al paso de
los años, con muchos de ellos mantiene un estrecho contacto.
Con el paso de los años y cuando ya
estaba retirada de los escenarios y de la enseñanza fue requerida para tomar
parte en infinidad de jurados de los más prestigiosos certámenes de Jota. Más
recientemente pudimos verla en Aragón TV como miembro del jurado de baile del
programa “Dándolo Todo Jota”.
Como
broche de oro a su extensa y brillante carrera y a su amplísimo currículum, en
2016 fue requerida por el cineasta aragonés Carlos Saura para tomar parte del
rodaje de la película-documental “Jota”.
Y si es
destacable la actividad artística y la labor docente de Rogelia, no lo es menos
su excelencia humana. Rogelia posee un carisma personal que hace que sea
querida y admirada por todo el mundo de la Jota. Su buen carácter, su simpatía
y su entusiasmo por todo lo que sabe a Jota le han valido el cariño del público
y de varias generaciones de compañeros. Por todo ello y por otras tantas
razones ha sido reconocida en diversos homenajes. El primero de ellos, del que
Rogelia guarda un gratísimo recuerdo, fue en enero de 1986 en la “Cena de la
Simpatía” en el zaragozano Restaurante “Elíseos”. Después se han sucedido
diversos homenajes y reconocimientos entre los que cabe destacar: el homenaje
de la Asociación Cultural “La Atalaya de Cubel” dedicado a Rogelia y a título
póstumo a su esposo Esteban Pérez, en 1994; el homenaje organizado por
Castilliscar, el pueblo natal de su esposo, en Mayo de 2013; el reconocimiento
como “Cachirulo Ilustre” en Enero de 2015 por La Peña El Cachirulo de Zaragoza,
donde es una de sus socias más veteranas y donde ha llegado a ser parte de su
Junta Directiva; y, más recientemente el homenaje que recibió, junto a otras
figuras de la Jota, en la gala “Recordando la Jota” celebrada en Junio de 2016
en el Auditorio de Zaragoza que fue organizada por Javier Bespín y Sheila
Palacino. Unos reconocimientos a los que se suma este merecido Premio Mujer de
Jota 2017 concedido por el Centro Aragonés del Puerto de Sagunto.
César Rubio Belmonte
No hay comentarios:
Publicar un comentario